El macaco japonés observa a cuatro patas todo lo que ocurre a su alrededor. A los pequeños ojos negros de su cara rojiza no se les escapa nada. Está bien pertrechado contra el frío con su espeso pelaje. A veces incluso aguanta en la nieve cuando sopla un viento helado. Y después le encanta acurrucarse junto a un amigo para estar calentito. Pero igual también está a gusto en un acogedor bolsillo de la chaqueta.
El macaco japonés tiene una mirada tan simpática que parece que está sonriendo. Inclina su peluda cabeza con la pequeña cara rojiza: ¿tienes algo rico para mí? ¡No hay quien pueda resistirse a esa mirada!
Le encanta la fruta fresca, como a todos los monos. Y le chifla la que es dulce, como los plátanos. El macaco japonés es curioso y sociable, y le gusta hacer nuevos amigos. Seguro que, una vez que te conozca, te deja que le rasques el espeso pelaje del lomo.
Edad: 3 años en adelante.
Tamaño: 6,9 cm. x 3,1 cm. x 5,5 cm.